La gran verdad sobre los alimentos ultra procesados

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¿Has pensado con qué te alimentas? Los alimentos ultra procesados nos rodean y muchas personas incluso no tienen idea de qué están comiendo realmente. Es por eso que hoy queremos contarte la verdad sobre los ultra procesados, sus efectos en la salud y qué puedes hacer para reemplazarlos.

Comencemos con lo básico: ¿Qué son en realidad los alimentos ultra procesados?

La obesidad y las enfermedades relacionadas al sobrepeso en el mundo no son casualidad. Esta tendencia que sigue en aumento año a año tiene varios culpables, pero el principal es la alimentación y, más específicamente, los alimentos ultra procesados.

Los alimentos ultra procesados son, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), formulaciones industriales a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, a las que se les incluye aditivos y cosméticos para mejorar el color, sabor o textura e intentar imitar a los alimentos naturales.

Sin embargo, un buen aspecto no significa una mejor calidad, sino que generan que la comida se transforma en nutricionalmente desequilibrada. Esto se debe a que tienen un elevado nivel de azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, especialmente si los comparas con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados.

Cada año, el consumo de estos alimentos aumenta, especialmente en América Latina. Esto se debe a que este tipo de víveres tienen un gran apoyo del marketing y la publicidad descontrolado en la región, pero también al hecho de que muchas personas desconocen los componentes de lo que comen día a día.

 Ingredientes ultra procesados que pueden dañar tu salud

Los alimentos ultra procesados están compuestos por productos que como grasas, aceites, almidones y azúcar. También existen aquellos que se obtienen mediante el procesamiento adicional de algunos componentes alimentarios como la hidrogenación de los aceites (que genera las grasas trans), la hidrólisis de las proteínas y la purificación de almidones.

La mayoría de los ingredientes en productos ultra procesados son aditivos como aglutinantes, cohesionantes, colorantes, edulcorantes, emulsificantes, espesantes, espumantes, estabilizadores, aromatizantes y saborizantes, conservadores, saborizantes y solventes.

De igual forma, a los productos ultra procesados a menudo se les da mayor volumen con aire o agua. Se les puede agregar micronutrientes sintéticos para fortificarlos. ¿Te suena a ingredientes que has leído en los paquetes de papas fritas que comiste mientras mirabas televisión? ¡Pues es porque son un alimento ultra procesado!

¿Cómo puedo evitar los alimentos ultra procesadas?

Las comidas ultra procesadas las puedes encontrar en todos lados y, lamentablemente, esto genera que muchos terminemos consumiéndolos casi sin darnos cuenta. Por ejemplo, cuando necesitas comer algo rápido entre una reunión de trabajo y otra, es usual que caigas en una porción de pizza o en embutidos, todo acompañado por una bebida energizante o gaseosa azucarada. ¿Te suena a algo que te ha pasado?

Y luego, ¿no sientes que te da hambre más rápido? Esto se debe a que este tipo de comidas generan menos saciedad y, además, adicción. Quizás estas comidas resulten cómodas, ricas y accesibles, pero las consecuencias son terribles para tu salud a largo plazo, ¡realmente no valen la pena!

La clave para evitar los alimentos ultra procesados está en intentar planificar y pensar bien lo que comes. Lo sé, suena muy difícil y demasiado molesto a largo plazo, pero en realidad no lo es. Veamos algunos consejos:

  1. ¡Edúcate!: Una de las claves de la buena alimentación es la educación. Cuando sabes los componentes de un alimento y puedes diferenciar cada uno, puedes entender qué te conviene comer y que no.
  2. Cambia los lugares en los que compras y reemplaza ingredientes: ¿Sabes dónde comprar productos casi o sin procesar sabrosos? En Natutivo, por ejemplo, contamos con muchas opciones saludables para que te sientas seguro a la hora de comprar tus comidas saludables e incluso puedes pedir a domicilio para que no tengas que moverte de casa.
  3. Planifica las comidas: Guarda un día a la semana para planificar y preparar las comidas, especialmente si sabes que tienes jornadas en las que no tendrás tiempo de cocinar y que pueden acabar comiendo alimentos ultra procesados.
  4. ¡Inspírate!: Busca en tus redes sociales a los diferentes cocineros y amantes de la comida saludables para saber qué comen y cómo puedes recrear sus platillos en tu cocina. Obviamente, no tienes por qué hacer todo al pie de la letra, pero puedes inspirarte y aprender
  5. Consulta un nutricionista dietista para que te oriente: Los profesionales siempre son necesarios, especialmente para estar seguro de que la información que tienes es buena y que estás comiendo acorde a tus necesidades nutricionales.

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